Candian, jurista Italiano, nos presenta un abanico de las principales proyecciones negativas de los abogados:
- Abogado atrabiliario: Sin tacto, impositivo, siempre irritado.
- Abogado autosuficiente: creído de si, dueño de la verdad jurista, “vestal del derecho”
- Abogado fraudulento: Chicanero y ladino.
- Abogado atérmico: indiferente, distante, y apático.
- Abogado superman: Prepotente, influyente y todo poderoso.
A continuación consideraremos tres vicios o defectos que todo abogado que tenga principios éticos debería evitar a toda costa: La chicana, el cohecho y la litigiosidad.
La chicana consiste en buscar de manera dolosa alargar plazos, prolongar los procesos recurriendo a subterfugios legaloides. Esta practica a sido considerada una de las actitudes que mas desprestigian a la profesión. ( El fin justifica los medios).
El cohecho esta sancionado en el código penal del DF en el art. 22 fracción I se condena al servidor publico que por si o que por interpósita persona solicite o reciba indebidamente para si o para otro, dinero o cualquier otra dadiva, o acepte una promesa para hacer o dejar algo justo o injusto, relacionado con sus funciones.
El abogado litigioso goza con el pleito, el cual lo lleva a una especie de frenesí y en su afán contencioso camina al borde de la chicana: siembra sospechas, usa peticiones e incidentes, utiliza recursos y apelaciones, no por que piense que va a prosperar, si no por que si satisface su espíritu rijoso y vengativo. Esta tendencia también contamina al derecho. Bibliografía.- Deontología jurídica de Víctor Méndez Pe pág.169-172
No hay comentarios:
Publicar un comentario