jueves, 31 de marzo de 2011

Deberes del abogado para con el juez.

La gran satisfacción de buena parte de los abogados es servir a la justicia y no se puede atribuir a la mayoría de ellos, como creen algunos jueces, el tener como único objetivo percibir grandes ganancias. El abogado se mueve en un ámbito de libertad mas amplio que el de los jueces ya que el  juez esta atado por las leyes. Las dos funciones, empero, son complementarias: sin el juez reinarían en el litigio el desorden y el caos; sin el abogado la justicia seria deshumanizada, apegada a parámetros mas rígidos. Sus funciones también son contrastes:  ya aludimos a la angustia y el nerviosismo del abogado ante el papel examinador del juez. La función del abogado exige ingenio, penetración e incluso imaginación para descubrir los argumentos adecuados del caso. Su tarea del juez puede producir una profunda congoja ya q la elección implica una grave responsabilidad social y moral. Al abogado le queda bien la pación; al juez la serenidad; a ambos la humildad y el respeto mutuo, pues sus funciones aunque diversas son necesarias para completar el rompecabezas. En ambos debe brillar la cortesía,  la educación, la urbanidad y aunque los deberían huir de la soberbia como de un grave cáncer profesional. Los abogados nacen los jueces se hacen. En suma el trato entre ambas parte debe ser educado y cordial. La actitud del abogado no debe ser presuntuosa si no humilde. En audiencia no se trata de dar una conferencia si no convencer al juez. El mejor consejo para ganarse a un juez es que al exposición del abogado sea breve, clara y ordenada. A si mismo para los jueces experimentados es tan importante lo que dice como el tono en que lo dice. Hay una máxima latina que es oro molido para la relación del abogado con el juez: veritas nimium altercondo ammittitur. ( La verdad se pierde cuando se discute demasiado).




Conclusión.- Como abogados tenemos mucha responsabilidad con nuestra profesión, pero sobre todo con cada una de las partes que son esenciales en el proceso de justicia, una de ellas es el ser responsable en la manera de cómo nos conducimos con el juez, desde la forma en como manejamos la información tanto el como la decimos ya que de aquí depende una parte importante del éxito o fracaso del caso.


Bibliografía.- Deontología jurídica de Víctor Méndez Pe pág. 166-168.

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